Parque Nacional Montaña de la Mesa

Si buscas una experiencia que se aleje del clásico safari, descubre el Parque Nacional Montaña de la Mesa. En lugar de los icónicos «Cinco Grandes» y vastas sabanas, aquí encontrarás un paraíso de pequeños mamíferos y criaturas marinas; desde pingüinos y delfines, hasta damanes, babuinos y cebras de montaña y ¡los «Cinco Grandes» del océano! Además, podrás elegir entre una amplia variedad de actividades como senderismo, deportes acuáticos y de aventura.

Con 221 kilómetros cuadrados de paisajes increíbles, el parque ofrece una fusión incomparable de montañas, bosques, playas y océanos. La joya de la corona es la Montaña de la Mesa, un imponente telón de fondo para Ciudad del Cabo y el lugar más fotografiado de Sudáfrica. Los joisán la llamaban la «Montaña en el mar», y hoy puedes recorrerla a pie o montado en el teleférico, con la posibilidad de avistar damanes durante el trayecto. Aquí no vivirás un safari tradicional, pero te aseguramos que el aburrimiento no tendrá cabida.

Montaña de la Mesa

Símbolo indiscutible del Parque Nacional Montaña de la Mesa. Su cima plana, a menudo cubierta por un manto de nubes, es el escenario ideal para los amantes del senderismo. Pero si no te apetece caminar, puedes optar por el teleférico con base giratoria que, en solo 5 minutos, te lleva hasta la cima. En el trayecto, tendrás la oportunidad de contemplar el fynbos ―una formación vegetal única de la región― y avistar algún que otro damán que, aunque no lo creas, tiene como pariente más cercano, ¡al elefante! Al llegar arriba, el esfuerzo, o el paseo en teleférico, se verá recompensado con las asombrosas vistas panorámicas de la ciudad y el océano. Una experiencia que te hará sentir, sin duda, en la cima del mundo.

Cabo de Buena Esperanza

El Cabo de Buena Esperanza es el punto más suroccidental de África, donde se encuentran dos de las principales corrientes oceánicas. Además de sus impresionantes acantilados y paisajes que quitan el aliento, su costa alberga una abundante vida marina. A lo largo de False Bay, apodada el «Serengueti del mar», es común ver ballenas, focas y delfines, mientras que en tierra se pueden observar avestruces y babuinos. Para disfrutar de las mejores vistas, puedes subirte al funicular Flying Dutchman, bautizado en honor al legendario barco fantasma que, según cuenta la leyenda, aún ronda las aguas del cabo. Desde el mirador, puedes admirar las vistas panorámicas que parecen extenderse hasta el fin del mundo.

La colonia de pingüinos de Boulders Beach

Cuando pensamos en pingüinos, solemos imaginarlos en un paisaje helado de la Antártida, pero en Sudáfrica existe una próspera colonia que rompe con el estereotipo. En Boulders Beach, una playa rodeada de enormes rocas de granito y aguas cristalinas, vive una de las pocas colonias de pingüinos africanos, una especie en peligro de extinción. Un dato curioso es que su peculiar graznido, parecido al rebuzno de un burro, les ha valido el apodo de Jackass penguins, es decir, «pingüino asno». 

Puedes admirar a estos curiosos animales desde pasarelas de madera que te permiten observarlos de cerca sin molestarlos. Eso sí, aunque parezcan adorables, no olvides que tienen un pico afilado.

Actividades

El Parque Nacional Montaña de la Mesa es un auténtico paraíso para senderistas, amantes de la botánica y de los animales, ya que ofrece una combinación única de paisajes terrestres y marinos. Con actividades para todos los gustos que incluyen:

• Observación de aves
• Senderismo 
• Ciclismo de montaña
• Escalada en roca 
• Parapente (desde la Montaña de la Mesa, Lion’s Head o Signal Hill)
• Acceso a playas
• Buceo
• Buceo en pecios 
• Esnórquel
• Pesca
• Surf remolcado 
• Windsurf
• Kiteboard
• Visita a la cascada Silvermine 
• Visita al Memorial de Rodes, situado en Devil’s Peak
• Visita al Jardín Botánico Kirstenbosch

Cómo llegar al parque

El Parque Nacional Montaña de la Mesa, ubicado a un paso de Ciudad del Cabo, es el único parque nacional de Sudáfrica con acceso abierto. Aunque cuenta con 12 puertas de entrada, algunas gratuitas, en lugares como Boulders Beach y el Cabo de Buena Esperanza se aplica una tarifa de conservación. 

En avión: el Aeropuerto Internacional de Ciudad del Cabo cuenta con vuelos nacionales e internacionales cada día. 

• Desde Johannesburgo: vuelo de 2 horas y 10 minutos. 
• Desde Puerto Elizabeth: vuelo de 1 hora y 25 minutos.
• Desde Durban: vuelo de 2 horas y 15 minutos. 

En coche: el parque está a pocos minutos en coche del centro de Ciudad del Cabo. Algunas zonas, como el Cabo de Buena Esperanza y Signal Hill, permiten el acceso con vehículo privado por carreteras específicas. Zonas como Silvermine, Newlands y Oudekraal cuentan con un aparcamiento en las puertas de entrada.

En tren: Si buscas un trayecto con vistas inmejorables, puedes tomar un tren desde Ciudad del Cabo que recorre la costa de False Bay hasta llegar a Boulders Beach. 

Clima

El clima de la península del Cabo es típicamente mediterráneo, con veranos cálidos y secos que se extienden de diciembre a febrero, e inviernos frescos y lluviosos entre junio y agosto. Ciudad del Cabo es conocida por sus vientos, presentes durante todo el año. En verano, el viento del sudeste, conocido como «Cape Doctor», no solo crea el icónico manto de nubes que cubre la montaña de la Mesa, sino que también refresca el ambiente en los meses más calurosos y ayuda a limpiar el aire contaminado de la ciudad. 

Ten en cuenta que, debido a la topografía montañosa del parque, es común que el clima cambie de una zona a otra; un día soleado y despejado en un lado puede transformarse en niebla y llovizna en otro.

La mejor época para visitar el Parque Nacional Montaña de la Mesa

El parque es un buen lugar para visitar en cualquier época del año, aunque es mejor evitar el invierno, la temporada más lluviosa y ventosa, así como los meses de diciembre a febrero, cuando la vegetación no muestra su máximo esplendor. Entre agosto y octubre, es un buen momento para el avistamiento de ballenas, ya que es cuando las ballenas francas australes y las jorobadas pasan por la costa en su migración anual desde las frías aguas de la Antártida. 

Es importante tener en cuenta que el teleférico que lleva a la cima de la Montaña de la Mesa cierra cada año en invierno durante un breve periodo para realizar tareas de mantenimiento.