Ubicado en el extremo suroeste de Uganda, en la frontera con Ruanda y la República Democrática del Congo, se encuentra el cautivador Parque nacional del Gorila de Mgahinga. Esta joya menos conocida es un paraíso impresionante, que cubre un área de poco menos de 34 kilómetros cuadrados y se caracteriza por contar con tres volcanes imponentes que ofrecen un telón de fondo inmejorable. Mgahinga es famosa por su población de esquivos gorilas de montaña. Este sitio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, ofrece una oportunidad única en la vida de observar estas criaturas en peligro de extinción en su hábitat natural, lo que promete una experiencia inigualable.
Una de las características principales del parque son picos volcánicos, rasgo dominante que moldea el paisaje y le da un atractivo único:
El Volcán Muhavura, que significa «el guía» en el idioma local, tiene una altura de 4.127 metros y es uno de los tres volcanes del parque. Ofrece a los más aventureros la oportunidad de embarcarse en un viaje desafiante pero gratificante hasta su cima, con vistas panorámicas de los paisajes circundantes.
Sabyinyo, que significa «dientes de viejo», es el más distintivo de los tres volcanes gracias a su borde de cráter irregular. La ruta hasta su cumbre es una aventura emocionante, y es esta cumbre la que marca la intersección de las fronteras de Uganda, Ruanda y la República Democrática del Congo.
Llamado el «pequeño montón de piedras», el volcán Gahinga es el menos imponente de los tres, pero aun así ofrece una ruta preciosa a través de bosques de bambú. También tendrás la oportunidad de explorar su cráter.
Uno de los principales atractivos del parque es la oportunidad de ver gorilas de montaña en su hábitat natural. Aunque la población de gorilas de este parque es más pequeña que la del Parque nacional de la Selva Impenetrable de Bwindi, ofrece una experiencia más profunda y menos turistificada para los visitantes. Los permisos de seguimiento de gorilas son limitados y pueden obtenerse a través de la Autoridad de Vida Salvaje de Uganda, lo que garantiza un encuentro único y respetuoso con estos gigantes.
Una recomendación clave: el senderismo en busca de gorilas es una experiencia única, pero también muy solicitada. Requiere permiso y guía, así que conviene planearlo con antelación. Una vez resuelto eso, solo queda disfrutar.
Además de los volcanes, el parque ofrece una gran variedad de rutas de senderismo que muestran los impresionantes paisajes y la diversa flora y fauna de la región. El Sabyinyo Gorge Trail y el Bamboo Trail son las opciones más populares.
El pueblo Batwa, que tradicionalmente habitaba los bosques, ofrece experiencias culturales dentro del parque. Los visitantes pueden participar en rutas comunitarias guiadas, aprendiendo sobre sus antiguas formas de vida, canciones y bailes tradicionales.
Llegar al Parque nacional del Gorila de Mgahinga en Uganda es toda una aventura, ya que se encuentra en una zona remota y preciosa del país. Estas son las principales formas de llegar al parque:
Por aire:
Por tierra:
Cruzar la frontera:
El Parque Nacional de Mgahinga tiene un clima de selva tropical. Con temperaturas suaves: 20 durante el día, 10 por la noche. Hay dos temporadas más secas que van de junio a septiembre y de diciembre a febrero.
La época ideal para visitarlo sería durante la estación seca, que se extiende de junio a septiembre y de diciembre a febrero. Estos meses ofrecen un clima más estable, lo que te permitirá experimentar encuentros inolvidables con la vida silvestre.
Pese a ser el parque más pequeño de Uganda, el Parque Nacional del Lago Mburo no tiene nada que envidiar a los más grandes. Sus paisajes son impresionantes: colinas verdes, llanuras cubiertas de hierba, bosques de acacias y humedales estacionales, una fauna excepcional y mucho más.
Además, el lago Mburo es uno de los destinos más seguros del país para realizar safaris a pie. Solo sigue las indicaciones de tu guía y disfruta de la naturaleza y de las visitas culturales al pueblo Bahima.
El parque debe su nombre a uno de sus cinco lagos: el lago Mburo. Es una oportunidad excepcional para añadir a tu viaje actividades de agua y safaris en barco, ya que no muchos parques ugandeses gozan de este privilegio.
Admira la fauna del lugar desde una perspectiva totalmente diferente: en un crucero por el lago. Mantén los ojos bien abiertos, porque no querrás perderte a los hipopótamos en la orilla ni las numerosas especies de aves que sobrevuelan la zona.
En tierra podrás avistar impalas, una especie endémica del parque. Son famosos no solo por los distintivos cuernos curvados de los machos, sino también por su apodo, «el McDonald’s de la selva», una referencia a lo fácil y rápido que resulta cazarlos.
Las aguas del lago son muy tranquilas y perfectas para disfrutar de una experiencia de navegación serena, así que, no lo dudes, añade un safari en barco a tu visita.
Una de las actividades más destacadas del parque son los safaris nocturnos. Tras la puesta de sol, es hora de ponerse en modo explorador. En un jeep safari 4×4 con muy buenas luces, te adentrarás en la oscuridad de la noche. Mantén los ojos bien abiertos para ver animales nocturnos como hienas, ginetas y puercoespines, y cruza los dedos para ver algún depredador como leopardos o hienas a la caza. Una actividad realmente emocionante que te pondrá la piel de gallina.
Es relativamente fácil acceder al Parque Nacional del Lago Mburo por carretera. El trayecto entre el parque y Kampala, la capital de Uganda, es de unas tres a cuatro horas.
El parque tiene un clima tropical de sabana con estaciones húmedas y secas muy diferenciadas. Hay dos períodos de lluvia, de marzo a mayo y de octubre a noviembre, y un período seco, de diciembre a febrero y de junio a agosto.
La mejor época para ver fauna salvaje es la estación seca, es decir, de junio a agosto y de diciembre a febrero, cuando los animales se reúnen en torno a las fuentes de agua para beber y refrescarse.
Sin embargo, si prefieres ver paisajes verdes y una vegetación más frondosa y colorida, quizás sea mejor que visites el parque durante las épocas de lluvia, de marzo a mayo y de octubre a noviembre. Durante esta temporada sigue siendo posible realizar safaris y puede que hasta veas algunas crías de animales.
Este parque, situado al suroeste de Uganda, es famoso por su población de gorilas de montaña y una parada obligatoria para cualquiera que visite el país. Sus 331 kilómetros cuadrados de superficie albergan paisajes con montañas verdes y frondosas, más de 160 tipos de árboles, 120 especies de mamíferos y más de 300 aves diferentes.
Hacer senderismo en busca de gorilas en el Parque Nacional de la Selva Impenetrable de Bwindi es una experiencia única en la vida. No hay nada que se compare a avistar a estas grandiosas criaturas en su hábitat. Pueden llegar a pesar 220 kg y verlos en libertad impone bastante, pero no tienes de qué preocuparte: este tipo de actividades son muy seguras tanto para ti como para los animales.
Aunque las rutas pueden resultar agotadoras, con una preparación adecuada son accesibles para la mayoría de las personas. El parque se divide en cuatro zonas diferentes: Ruhijah en el este, Rushaga y Nkuringo en el sur y Buhoma en el norte.
Ojo: el senderismo en busca de gorilas es una experiencia única, pero muy demandada. Hace falta un permiso y guía, así que te recomendamos reservarlo con tiempo. Créenos, vale completamente la pena.
Después de que el bosque se convirtiera en parque nacional, los batwa, también conocidos como «guardianes del bosque», fueron reubicados en pequeñas aldeas en los límites del parque nacional. Son una tribu de cazadores-recolectores que vivió en la zona durante miles de años en armonía con la naturaleza. En tu visita podrás saber cómo era su vida cotidiana antes de ser reubicados.
En 2011, Bwindi fue votado el mejor lugar de África para avistar aves. Dentro de su hábitat coexisten alrededor de 360 especies, 14 de ellas exclusivas de esta zona. El cuclillo esmeralda africano, el bulbul naranjero y el martín gigante africano son solo algunos ejemplos. Así que mantén los ojos bien abiertos, no querrás irte sin verlos.
Se puede acceder en vuelo chárter o regular. Kihihi es el aeropueto más cercano para las zonas de Buhoma y Ruhija del parque, y el de Kisoro lo es para Rushaga y Nkuringo.
Si también planeas visitar el Parque Nacional de Queen Elizabeth, te interesará saber que el trayecto en coche hasta el norte de Bwindi es de unas tres a cuatro horas.
Debido a su proximidad al ecuador, Bwindi goza de un clima tropical. Las temperaturas diurnas suelen oscilar alrededor de los 23 grados centígrados, mientras que durante las noches descienden hasta aproximadamente los 11 grados, variando según la altitud. Las lluvias son frecuentes a lo largo del año, aunque son menos comunes durante la temporada seca, que abarca de junio a agosto y de diciembre a febrero.
El mejor momento para visitar el Parque Nacional de la Selva Impenetrable de Bwindi es la temporada seca, es decir, de junio a agosto y de diciembre a febrero. Durante estos meses, es mucho más probable que disfrutes de días soleados y escasas lluvias. Por otro lado, la temporada de lluvias, que se extiende de octubre a noviembre y de marzo a mayo, trae consigo senderos más resbaladizos, una mayor presencia de mosquitos y días nublados que pueden restar belleza a los paisajes. No obstante, estos meses resultan ideales para los amantes de la observación de aves, ya que la abundancia de agua atrae a una gran variedad de especies.
El Parque Nacional de Amboseli se encuentra en la frontera entre Kenia y Tanzania. Tiene una superficie de unos 400 kilómetros cuadrados y unas vistas impresionantes del nevado Monte Kilimanjaro. Prepárate para llenar tu cámara de fotos icónicas donde los animales africanos y el pico más alto del continente son los protagonistas.
El lago Kioko, situado en el centro del parque, suele secarse por completo durante la temporada seca. La tierra que queda como resultado fue bautizada por la tribu masái con el nombre de «amboseli», que, a su vez, da nombre al parque. Una de las ventajas de este parque es que podrás familiarizarte con la cultura masái visitando una de las aldeas.
Debido a la ubicación del parque, a los pies del monte Kilimanjaro y las corrientes de agua que bajan del mismo, Amboseli está lleno de humedales. Esto atrae a una gran variedad de animales al parque y, por encima de todos, destacan sus grandes manadas de elefantes. Durante tu visita podrás verlo muy de cerca.
Hasta 2020, el parque fue el refugio de un increíble elefante toro llamado Tim. Su gran tamaño y sus icónicos colmillos (que llegaban al suelo) le convirtieron pronto en una de las principales atracciones del parque. Por desgracia, murió en febrero de 2020 con 50 años.
Los masái son probablemente la tribu más conocida del mundo. Y no nos extraña: sus tradiciones, costumbres y danzas tienen miles de años y son fascinantes. Podrás verlo con tus propios ojos durante tu visita a un poblado masái en el parque Nacional de Amboseli. Podrás hablar con varios de sus miembros, descubrir sus hogares y explorar esta cultura milenaria.
El Parque Nacional de Amboseli se encuentra a tres horas en coche de la capital de Kenia, Nairobi. El parque también cuenta con varias pistas de aterrizaje (el vuelo desde Nairobi solo tarda 45 minutos).
En Kenia, la temporada fría se extiende durante los meses de junio a noviembre, donde la temperatura media durante el día suele ser de unos 20 °C. Las noches suelen ser bastante frías durante esta época, así que es importante llevar ropa de abrigo.
De mediados de octubre a noviembre es la temporada de lluvias cortas. Después de esta época, de diciembre a abril, las temperaturas pueden llegar a alcanzar los 30 °C. La época de lluvias largas es en abril y mayo: las mañanas suelen ser soleadas y, a lo largo del día, se van formando las nubes que causarán las lluvias durante las tardes y las noches.
Te recomendamos que visites el parque entre junio y noviembre o entre febrero y marzo.
Taita Hills Wildlife Sanctuary es un parque privado situado al borde del Parque Nacional Tsavo West. Cuenta con una zona montañosa con una vegetación verde y frondosa que da hogar a una fauna muy diversa. Forma parte del arco montañoso Oriental y es una de las cadenas montañosas más antiguas de todo el continente africano.
El arco montañoso Oriental pasa por Kenia y por su país vecino, Tanzania. Hace alrededor de 30 millones de años, toda esta zona era un bosque pluvial. Unos 20 millones de años más tarde, las tierras bajas se convirtieron lentamente en sabana y las cadenas montañosas en «islas» en las que continuaron creciendo bosques pluviales. En consecuencia, cada una de ellas tiene sus propias fauna y flora endémicas. En la actualidad, el arco montañoso Oriental es uno de los 20 lugares del mundo con mayor biodiversidad.
Además de los animales más comunes, hay muchas otras especies endémicas que pueblan los 110 km² de superficie de Taita Hills. Las aves más raras (y amenazadas) de Kenia también viven aquí, como es el caso del apalis de los Taita y el zorzal de los Taita, pero también muchos otros animales típicos de la zona, como las denominadas serpientes lustrosas, el camaleón de cuernos de cuchilla, el halcón, el águila culebrera anillada del sur y el anteojitos de los Taita. Los amantes de fauna de mayor tamaño también avistarán elefantes, leones, guepardos, búfalos, leopardos, hienas, jirafas y cebras.
Taita Hills también ofrece un paisaje difícil de encontrar en otro lugar: bosques nubosos. Se trata de un tipo de bosque que tiene una capa de nubes coronándolo. Estos bosques albergan árboles autóctonos muy antiguos, que pueden alcanzar un diámetro de diez personas agarradas de las manos.
Desde Nairobi, se tarda una media de siete horas en coche hasta llegar a Taita Hills. Lo ideal es combinarlo con una visita al Parque Nacional de Tsavo West.
En Kenia, la temporada fría ocurre en los meses de junio a noviembre, donde la temperatura media durante el día suele ser de unos 20 °C. Las noches suelen ser bastante frías durante esta época, así que es importante llevar ropa de abrigo.
De mediados de octubre a noviembre es la temporada de lluvias cortas. Después de esta época, de diciembre a abril, las temperaturas pueden llegar a alcanzar los 30 °C. La época de lluvias largas es en abril y mayo: las mañanas suelen ser soleadas y, a lo largo del día, se van formando las nubes que causarán las lluvias durante las tardes y las noches.
Recomendamos visitar las colinas de Taita entre junio y noviembre y entre febrero y marzo (la estación seca).
El Parque nacional de Tsavo West es más pequeño y tiene menos fauna que su hermano, Tsavo East, pero sus paisajes compensan esta diferencia. Los campos de lava de Shetani, los manantiales Mzima Springs, el cráter de Chaimu. Aquí tienes muchos paisajes fascinantes por descubrir.
No te equivoques, aunque es pequeño (9.065 km²), es el hogar de los Cinco Grandes (leones, búfalos, leopardos, rinocerontes y elefantes). Mientras recorres el parque te cruzarás con jirafas, cebras, antílopes y muchas aves diferentes. Eso sí, aquí los animales son mucho más difíciles de ver aquí debido a su frondosa y densa vegetación. El parque se creó en 1948 y en él se encontraron restos de asentamientos prehistóricos. Está separado de Tsavo East por la autopista que conecta la ciudad costera de Mombasa con la capital del país, Nairobi.
Como ya hemos mencionado, el paisaje aquí es muy variado: colinas verdes, sabana, agua, rocas volcánicas, etc. Una visita obligada en este parque es los campos de lava de Shetani: 50 km² de roca volcánica negra repartidos por todo el país. «Shetani» significa «demonio» en suajili: las coladas de lava se formaron durante las últimas erupciones de hace cientos de años y los lugareños creían que esa lava caliente era el propio diablo saliendo de la tierra. Desde la última erupción de hace 200 años, prácticamente no queda suelo fértil en la zona que rodea el volcán.
Tampoco puedes irte sin visitar Mzima Springs, un conjunto de cuatro manantiales naturales con casi 190.000 m³ de agua cristalina que brotan de debajo de las rocas volcánicas. El agua originada por el deshielo del Monte Kilimanjaro pasa a veces hasta 25 años bajo tierra. Las rocas de lava la filtran antes de que emerja de nuevo en los manantiales de Mzima. El arroyo con charcos y rápidos solo tiene dos kilómetros de longitud, y luego vuelve a desaparecer bajo la superficie de una corriente de lava solidificada. A los hipopótamos y los cocodrilos les encantan las aguas claras y frescas de los manantiales y, gracias a una estructura submarina que ha sido construida con una venta, podrás observarlos bajo el agua.
En Tsavo West, también se encuentra el Santuario de Ngulia, creado para proteger al rinoceronte negro, una especie en peligro crítico de extinción. En 1940, se calcula que había unos 20.000 rinocerontes en el Parque Nacional de Tsavo. Sin embargo, en 1989, el número de ejemplares se redujo considerablemente por la caza furtiva, hasta que solo quedaron menos de 20. Gracias al santuario, el número de rinocerontes ha aumentado hasta alcanzar los 80 ejemplares.
El Parque Nacional de Tsavo West se encuentra entre Mombasa y Nairobi, de cinco a seis horas en coche de ambas ciudades. También se puede tomar un avión desde ambas ciudades.
En Kenia, la temporada fría ocurre en los meses de junio a noviembre, donde la temperatura media durante el día suele ser de unos 20 °C. Las noches suelen ser bastante frías durante esta época, así que es importante llevar ropa de abrigo.
De mediados de octubre a noviembre es la temporada de lluvias cortas. Después de esta época, de diciembre a abril, las temperaturas pueden llegar a alcanzar los 30 °C. La época de lluvias largas es en abril y mayo: las mañanas suelen ser soleadas y, a lo largo del día, se van formando las nubes que causarán las lluvias durante las tardes y las noches.
En el Parque Nacional Tsavo West, las temporadas secas van de junio a octubre y de enero a febrero. Esta es la mejor época para visitar el parque, ya que son condiciones más favorables para la observación de la fauna. Durante la temporada de lluvias cortas (noviembre) y de lluvias largas (abril y mayo) la calidad de las carreteras puede disminuir considerablemente.
La Reserva Nacional de Masai Mara está situada en el Gran Valle del Rift, en Kenia, en una gran llanura. Limita con el Parque Nacional del Serengueti y juntos sirven como el «escenario» perfecto para el mayor evento natural de todos los años: la Gran Migración. Se le bautizó con el nombre de «Masai Mara» para honrar al pueblo masai.
Los masai viven en esta zona a partir de que emigraron aquí desde la cuenca del Nilo hace mucho tiempo. Su descripción de la zona es «Mara», que significa «manchado» en la lengua local masai. El nombre se debe a los numerosos árboles cortos y tupidos que verás cuando conduzcas por el parque, que «manchan» el paisaje. Podrás hacer una visita a la tribu para aprender todo sobre sus costumbres.
Masai Mara alberga más de 95 especies de animales y más de 400 especies de aves. La vida salvaje suele estar asentada en la escarpa de la reserva. Entre mediados de julio y mediados de octubre es la mejor época para ver la Gran Migración de ñus, cebras, gacelas, antílopes e impalas. Para entonces, lo más probable es que ya hayan cruzado desde el Serengueti a esta zona. Solo en esta migración anual de los ñus participan más de 2,5 millones de animales. Los animales cruzan el peligroso río Mara en manadas de miles de animales para encontrar hierba fresca al otro lado. Es un espectáculo emocionante que no puedes perderte.
Los visitantes acuden al triángulo de Masai Mara porque es uno de los mejores destinos del mundo para avistar animales salvajes. El río Mara atraviesa esta zona, que es la primera parada que hace la Gran Migración en este parque. Es uno de los parques con mayor diversidad de fauna.
Aquí podrás avistar a los «Cinco Grandes» africanos: elefantes, leones, leopardos, rinocerontes y búfalos. Con un poco de suerte también podrás ver guepardos, servales, hienas, zorros de orejas de murciélago, chacales de lomo negro, chacales rayados, hipopótamos, cocodrilos, babuinos, jabalíes, topis, elands, gacelas de Thomson, gacelas de Grant, impalas, antílopes acuáticos, oribíes, reduncas, cebras y muchos más.
La distancia que separa Nairobi de Masai Mara es de 260 kilómetros, lo que tardarás en recorrer unas seis horas en coche y 45 minutos en avión. Hay varias pistas de aterrizaje desde las que puedes tomar un vuelo a Masai Mara.
En Kenia, la temporada fría ocurre en los meses de junio a noviembre, donde la temperatura media durante el día suele ser de unos 20 °C. Las noches suelen ser bastante frías durante esta época, así que es importante llevar ropa de abrigo.
De mediados de octubre a noviembre es la temporada de lluvias cortas. Después de esta época, de diciembre a abril, las temperaturas pueden llegar a alcanzar los 30 °C. La época de lluvias largas es en abril y mayo: las mañanas suelen ser soleadas y, a lo largo del día, se van formando las nubes que causarán las lluvias durante las tardes y las noches.
Recomendamos visitar el Masai Mara entre mediados de julio y mediados de octubre, durante la Gran Migración. Es el único momento en que ofrece un valor añadido, en comparación con el Serengueti.
Tsitsikamma es el parque natural definitivo para salir en busca de aventuras. Olvídate de leones y elefantes y pasa el día explorando senderos, cascadas y participando en emocionantes actividades al aire libre.
Aquí, la costa escarpada, los bosques milenarios y el manto verde de Fynbos que une el bosque con la playa se llevan todo el protagonismo. Son 80 kilómetros de naturaleza salvaje y belleza pura que forman parte de la famosa Ruta Jardín (conocida en inglés como «Garden Route») de Sudáfrica. ¿Estás listo para poner a prueba tus límites y quedarte sin aliento (por los mejores motivos)? Entonces, calza tus botas, ajusta el arnés y prepárate para una experiencia que no te dejará indiferente.
En el centro de Tsitsikamma se encuentra el río Storms y, en su desembocadura, un emblemático puente colgante que te animamos a cruzar. Siéntete increíblemente pequeño y más vivo que nunca en esta encrucijada de los elementos más poderosos de la tierra y observa desde las alturas cómo se encuentran el poderoso océano con el frondoso y exuberante bosque.
Si te gusta sumergirte —literalmente— en la naturaleza, este es tu lugar. Practica esnórquel y submarinismo en las aguas cristalinas de la reserva marina, repletas de vida. Durante una inmersión y con algo de suerte, es posible ver delfines jugando y nadar junto a curiosos lobos marinos del Cabo, elegantes rayas que se deslizan sobre el fondo arenoso y coloridos bancos de peces. En temporada de apareamiento, también es común avistar desde la costa a las majestuosas ballenas francas australes.
Para los que prefieran experiencias en tierra firme, recomendamos la Ruta de las Nutrias (en inglés, «Otter Trail»), una de las rutas de senderismo más famosas del país. Las vistas probablemente te dejarán sin aliento, así que esperamos que encuentres la energía para completar sus 42 kilómetros de longitud en los cinco días previstos para ello. Esta travesía exige buena condición física, ya que el sendero sigue acantilados y colinas costeras y desciende hasta cruzar los ríos.
La Ruta de las Cascadas o «Waterfall Hike», por su parte, es una de las atracciones estrella de Tsitsikamma y no es para menos. Se trata de una ruta panorámica que atraviesa el país de las maravillas de los bosques frondosos y recorre playas escarpadas e indómitas hasta llegar a la cascada de Tsitsikamma, también conocida como la cascada de Soetwater. Esta maravilla natural no solo cae, sino que se precipita dramáticamente hacia el océano, creando un espectáculo digno de admirar. Durante la temporada de migración de ballenas, es muy probable avistarlas desde la costa. El sendero, que comienza en Storms River Mouth Rest Camp, es rocoso y cubre 6 kilómetros (ida y vuelta). Señalizado con flechas amarillas, se recorre en aproximadamente tres a cuatro horas.
Si te apasionan las aventuras en plena naturaleza, Tsitsikamma es el parque que estabas buscando. No solo ofrece paisajes y ecosistemas únicos, sino también una amplia variedad de actividades para todos los gustos:
Tsitsikamma se encuentra junto al océano Índico, a lo largo de la carretera N2, y se considera el inicio de la Ruta Jardín. Esta sección de Tsitsikamma está a aproximadamente siete horas en coche de Ciudad del Cabo, a dos horas y media de Gqeberha (la ciudad anteriormente conocida como Puerto Elizabeth) y a solo una hora de Plettenberg Bay.
El Parque Nacional Tsitsikamma goza de un clima y temperaturas agradables, con lluvias que se distribuyen a lo largo del año, principalmente durante la noche. Es más, se puede visitar en cualquier época del año.
Ten en cuenta las mareas
Si planeas participar en excursiones o actividades costeras, asegúrate de comprobar los horarios de las mareas para evitar sorpresas, como encontrate con una zona inaccesible por la marea alta.