Después de tu trayecto en coche hasta el Parque Nacional de Amboseli, terminas tu día por todo lo alto con un aperitivio al atarder, un clásico de los safaris. A tu llegada al alojamiento y después de acomodarte como es debido, un guía te acompaña al mejor lugar para contemplar la puesta de sol. Das un corto paseo por la sabana hasta llegar a una zona preparada con mesa y sillas, vasos y bebidas, aperitivos y, por supuesto, unas vistas para morirse. Con un poco de suerte, puede que hasta avistes al primer animal de Amboseli mientras el sol se pone lentamente sobre las largas hierbas de la sabana.