A 5 kilómetros de Pretoria, se encuentra la Reserva Natural de Groenkloof, un remanso de paz alejado del ajetreo de la ciudad. Con más de 600 hectáreas, presume de ser la primera reserva oficial del país (1895). Cuenta con tres senderos señalizados por colores, de 3,5 a 10,5 kilómetros, que recorren lomas pedregosas y ofrecen vistas espectaculares. En cualquier ruta es fácil cruzarse con jirafas, cebras, ñúes, kudús y otros animales. La ruta amarilla es la más larga y exigente, pero también la que cuenta con mejores vistas. La reserva abre todos los días de 6:00 a 18:00. Entre semana se accede por Fountains Valley; los fines de semana, por la segunda entrada, a 800 m. La tarifa es muy asequible y se paga solo con tarjeta; al entrar te entregan el mapa de senderos.