Parque Nacional Hell’s Gate
¿Quién no ha visto la famosa película de «el Rey León» de 1994? Los creadores de esta película se inspiraron en las increíbles formaciones rocosas de este parque. Es uno de los parques nacionales más pequeños de Kenia, con una superficie de 68 kilómetros cuadrados. Lo mejor de este parque son las actividades disponibles: escalada y safaris a pie y en bicicleta en los que podrás avistar monos, cebras y hasta búfalos.
Volcanes y lava
Las rocas de Hell’s Gate se formaron hace mucho tiempo, como resultado de la actividad volcánica de la zona. Aquí hay dos volcanes: Olkaria y Hobley. Olkaria es un volcán activo que se encuentra al oeste, en la parte menos visitada del parque. Su energía se encuentra en el subsuelo y crea unas columnas de humedad y unas nubes que se elevan hacia el cielo. El Gobierno ha construido numerosas tuberías en esta zona para abastecer a gran parte de Kenia de energía.
Garganta de Hell’s Gate
La garganta de Hell’s Gate (también conocida como la garganta de Njorrowa) se encuentra entre dos escarpados acantilados rojos con dos tapones volcánicos: la torre de Fischer y la torre central. La primera se encuentra justo a la entrada del parque y es un punto de referencia. Se trata de un respiradero de lava de 25 metros de altura que ha resistido a masas de agua durante miles de años. En la actualidad, se puede escalar. Junto a la torre central, hay un desfiladero más pequeño con un sendero que desciende a unas fuentes termales con agua sulfurosa y rocas tan calientes que pueden quemar. Las rocas del desfiladero de Hell’s Gate se abren finalmente a praderas infinitas frecuentadas por búfalos, cebras, gacelas y antílopes. Los babuinos y aves, como los buitres y las águilas, prefieren las partes más rocosas.